Este jueves, el Partido Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol) y el Frente Para la Victoria (FPV) han anunciado que impugnarán la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de revocar sus personerías jurídicas, alegando que se trata de una represalia política.

La decisión del TSE se basa en que ambos partidos no lograron obtener el mínimo del 3% de votos en las elecciones presidenciales de 2020. Ruth Nina, precandidata presidencial de Pan-Bol, afirmó que esta medida es una venganza del gobierno debido a la negativa de su partido a formar alianzas con el Movimiento Al Socialismo (MAS).
«Vamos a luchar con todos nuestros equipos jurídicos para tomar acciones una vez que se nos notifiquen. Esta elección no se llevará a cabo sin la participación de Pan-Bol porque es un partido que hará respetar sus derechos políticos», señaló Nina.
Por otro lado, Eliseo Rodríguez, presidente de FPV, también expresó su descontento, calificando la decisión como un «chantaje político» y prometió luchar hasta las últimas consecuencias.
Mientras los partidos afectados preparan sus impugnaciones, el país observa de cerca cómo se desarrollará este conflicto y qué impacto tendrá en las próximas elecciones. La lucha por la representación política continúa, y los próximos días serán cruciales para definir el futuro de estas organizaciones.