El exministro de Gobierno Arturo Murillo, condenado en Estados Unidos por corrupción y lavado de dinero, podría ser deportado a Bolivia el próximo 21 de junio, una vez que cumpla su sentencia en una prisión federal. Así lo confirmó el ministro de Justicia, César Siles, quien aseguró que el Estado boliviano ha realizado todas las gestiones necesarias para que Murillo enfrente la justicia nacional.

Murillo, quien fue una de las figuras más influyentes del gobierno transitorio de Jeanine Áñez, fue sentenciado en enero de 2023 a cinco años y diez meses de prisión por su participación en un esquema de sobornos y lavado de activos relacionados con la compra con sobreprecio de gases lacrimógenos para la Policía Boliviana entre 2019 y 2020.
Según el ministro Siles, el exministro será puesto a disposición del Departamento de Migración y Control de Aduanas de EE.UU. tras cumplir su condena, y se espera que un juez migratorio autorice su deportación inmediata. “Hemos enviado toda la documentación que acredita que Murillo es un prófugo de la justicia boliviana, con sentencias firmes en su contra”, declaró Siles.
El gobierno boliviano también había solicitado formalmente su extradición, pero las autoridades consideran que la deportación es un proceso más ágil y conveniente. “Conviene más al Estado boliviano que se proceda a la deportación, ya que permite su retorno sin mayores dilaciones”, añadió el ministro.
Murillo fue detenido en mayo de 2021 en Estados Unidos y se declaró culpable de haber recibido sobornos a cambio de facilitar contratos estatales a la empresa Bravo Tactical Solutions. El caso generó un escándalo internacional y fue uno de los principales símbolos de corrupción durante el gobierno transitorio.