El sector del transporte sindicalizado lanzó un ultimátum al presidente Luis Arce este martes 10 de junio, exigiendo atención inmediata a una serie de demandas sociales y económicas. Los choferes dieron un plazo de 48 horas al Gobierno para responder, advirtiendo que, de no obtener soluciones, tomarán “medidas duras” a partir del viernes.

La advertencia fue formalizada mediante una carta entregada al Ejecutivo, en la que los dirigentes del sector expresan su preocupación por el incremento del costo de vida, el desabastecimiento de combustible y las restricciones vehiculares en ciudades como La Paz y El Alto. Edson Valdez, representante del sindicato Primero de Mayo, afirmó que el plazo es razonable y que esperan una respuesta concreta antes del ampliado departamental programado para este viernes.
“Las familias están siendo golpeadas por el alza de precios. No podemos seguir trabajando en estas condiciones”, declaró Valdez. Entre las principales exigencias se encuentran la eliminación de restricciones de circulación, medidas para frenar la inflación y una solución estructural al problema del combustible.
Este nuevo frente de presión se suma a un clima político ya tenso, marcado por protestas de sectores afines al expresidente Evo Morales y una creciente crisis económica. El Gobierno de Arce enfrenta múltiples demandas sociales mientras intenta mantener la estabilidad en un año clave para la gestión pública.