En un cabildo abierto realizado este viernes, los habitantes del municipio de Llallagua declararon al expresidente Evo Morales y a sus seguidores como “enemigos de Llallagua”, en respuesta a los recientes episodios de violencia que sacudieron la región.

Durante el encuentro ciudadano, que se desarrolló tras dos jornadas marcadas por bloqueos, enfrentamientos y actos de violencia atribuidos a sectores afines al exmandatario, la población expresó su rechazo rotundo a lo que calificaron como una “agresión organizada” contra la tranquilidad del municipio. El cabildo también exigió la creación urgente de un cuartel militar permanente y la destitución del alcalde local.
Los disturbios dejaron un saldo trágico: tres policías asesinados, decenas de heridos y múltiples denuncias de secuestros y golpizas. Según testimonios recogidos en la zona, los bloqueadores llegaron incluso a ingresar al centro urbano, generando destrozos y sembrando el temor entre los vecinos.
En un acto simbólico, los asistentes al cabildo declararon “héroes y mártires de Llallagua” a los policías fallecidos durante los operativos de desbloqueo. Asimismo, se exigió una investigación inmediata y sanciones para los responsables de lo que fue descrito como “días de terror”.
La declaración del cabildo refleja un punto de quiebre en la relación entre Llallagua y el liderazgo de Evo Morales. Mientras la población intenta recuperar la normalidad bajo resguardo militar y policial, el mensaje es claro: la ciudadanía no tolerará más violencia ni imposiciones políticas. El conflicto en Llallagua podría marcar un precedente en la creciente tensión interna del Movimiento al Socialismo (MAS) y su impacto en las regiones del país.