Un alto dirigente de la Confederación Nacional de Petroleros, Ludwig Sánchez, confirmó la existencia de un sobreprecio en la comercialización de combustibles en Bolivia y reveló que la organización internacional GAFILAT investiga a la empresa Botrading por presunto lavado de activos.

El representante gremial aseguró que los consumidores bolivianos están pagando un valor adicional en los carburantes debido a irregularidades en la cadena de distribución. Aunque no precisó montos, indicó que el sobrecosto afecta principalmente a la gasolina y el diésel.
El Ministerio de Hidrocarburos no se ha pronunciado oficialmente sobre estas denuncias, mientras que Botrading rechazó cualquier irregularidad en sus operaciones y anunció acciones legales contra lo que calificó como «afirmaciones infundadas».
Las acusaciones del dirigente petrolero reavivan el debate sobre la transparencia en el mercado de combustibles y podrían generar presiones para una auditoría independiente. El caso Botrading, por su parte, podría escalar a instancias internacionales si GAFILAT encuentra evidencias de lavado de activos.