La Confederación de Choferes de Bolivia y el sector de transporte pesado han confirmado un paro y movilizaciones para el próximo 3 de junio, en respuesta a la persistente escasez de combustible en el país. La medida busca presionar al Gobierno para que cumpla con la promesa de regularizar el suministro de gasolina y diésel.

A pesar de las declaraciones del presidente Luis Arce, quien aseguró que desde el lunes se normalizaría el abastecimiento de combustibles, las filas en las estaciones de servicio continúan siendo largas y el desabastecimiento persiste. Los choferes y transportistas denuncian que la situación está afectando gravemente sus operaciones y la economía del sector.
El ejecutivo de la Confederación de Choferes, Lucio Gómez, confirmó que el paro incluirá bloqueos de carreteras y fronteras, como medida de presión para que el Gobierno cumpla con su compromiso. Por otro lado, el dirigente del Sindicato de Choferes Asalariados del Transporte Nacional e Internacional, Pedro Quispe, señaló que en los tanques de la planta de Senkata no hay suficiente combustible, lo que obliga a los transportistas a hacer filas de hasta tres días para abastecerse.
Los dirigentes del sector han expresado su frustración ante la falta de acción del Gobierno. «Debía normalizarse el lunes, pero Arce no cumple su palabra», afirmó Gómez. La situación ha generado preocupación entre los transportistas, quienes advierten que, de no solucionarse el problema, las movilizaciones podrían intensificarse.