El organismo internacional advierte que la extrema división política y la falta de independencia judicial amenazan la estabilidad democrática del país.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió un llamado urgente al Estado boliviano para que priorice el fortalecimiento de la democracia, la cohesión social y el respeto a los derechos humanos, en un contexto marcado por una profunda polarización política y tensiones sociales persistentes.
Durante la presentación de su informe preliminar tras una visita oficial al país, la CIDH expresó su preocupación por la creciente fractura en la sociedad boliviana, alimentada por discursos de confrontación, desconfianza institucional y una justicia percibida como dependiente del poder político.
El organismo destacó siete áreas críticas: la situación de los pueblos indígenas, los derechos económicos y sociales, la violencia de género, la libertad de expresión, la independencia judicial, las condiciones carcelarias y la necesidad de diálogo político. En particular, subrayó que la falta de independencia del sistema judicial mina la credibilidad del Estado de derecho y obstaculiza la resolución pacífica de conflictos.
“La extremada polarización política ha generado una fractura en la sociedad boliviana que puede derivar en nuevos episodios de violencia si no se toman medidas urgentes”, señala el informe. En ese sentido, la CIDH instó a las autoridades a promover espacios de diálogo inclusivo y a garantizar el respeto a la protesta pacífica y la labor de la prensa.